La Unidad de Extinción de Dominio avanza con diligencias para localizar bienes de los extraditados por narcotráfico o lavado de dinero.
Haroldo Jeremías Lorenzana Cordón, el último de los integrantes del clan Lorenzana que Estados Unidos reclama en extradición, debe comparecer hoy ante el Tribunal Tercero de Sentencia Penal para escuchar la acusación en su contra. La audiencia se reprogramó ante la ausencia del extraditable la semana pasada, cuando manifestó malestares físicos que el Inacif debió confirmar.
La acusación no supone novedad para Haroldo, pues Estados Unidos lo señala por los mismos hechos que a sus hermanos Waldemar y Elio, condenados a cadena perpetua en 2018. En las cortes quedó probado que los Lorenzana fueron un enclave para las operaciones del Cartel de Sinaloa, en México.
Los antecedentes de la Corte del Distrito de Columbia refieren que los Lorenzana almacenaron y transportaron “grandes cantidades de cocaína, valoradas en millones de dólares”, desde Colombia, pasando por El Salvador, Guatemala y México, de 1996 a 2009. Para esos fines, utilizaron lanchas rápidas o bien avionetas que aterrizaban en pistas clandestinas, localizadas en propiedades de los Lorenzana o relacionadas con ellos. Para lograrlo, sobornaron a autoridades locales, según la investigación.
La acusación incluye una alegación de decomiso, por lo que, en consecuencia, perderán los derechos sobre los ingresos derivados de los ilícitos que se les endilga.
La Fiscalía Contra el Lavado de Dinero informó que al conocerse de la extradición, como en todos los casos de narcotráfico, la Unidad de Extinción de Dominio inicia de oficio la investigación para la localización de propiedades o bienes vinculados con los acusados por Estados Unidos. En febrero de este año, se inició con el juicio de extinción de una residencia en Morales, Izabal.
En la gestión de Jimmy
Haroldo Lorenzana es uno de los últimos extraditables de un total de 76 durante la administración del presidente Jimmy Morales. Las capturas mermaron en 2018, con la asunción de Enrique Degenhart como ministro de Gobernación. Durante ese año, apenas fueron capturados cinco extraditables, según informó el Ministerio Público.
Ese dato puede explicarse por la falta de apoyo que las agencias estadounidenses, como la DEA y el FBI, percibían en las autoridades locales, según lo dieron a conocer funcionarios y exfuncionarios invitados a un foro convocado por la Fundación Libertad y Desarrollo, a mediados de este año.
Entre los extraditados de este año figuran Byron Ariel Pérez Payeras, alias el Komanche, y Julio César Orellana Cordón, señalado como operador financiero de Joaquín el Chapo Guzmán.
Juzgados en país destino
A la interrogante de por qué los narcotraficantes son extraditados y no juzgados en Guatemala, el jefe de la Fiscalía Contra la Narcoactividad Gerson Alegría, indica que el trasiego se consuma en Estados Unidos y por ese motivo son extraditados.
Además, señaló que durante el último año han trabajado con agencias no solo de Estados Unidos sino de otros países de Latinoamérica, para coordinar operativos transnacionales, como el denominado Arpón de Neptuno, con el que más de 20 implicados fueron capturados en cuatro países. Localmente, operaban en Escuintla, San Marcos, Chiquimula y el departamento de Guatemala.
Alegría también recuerda el caso Stuart, que a partir del seguimiento a la incautación de un cargamento de cocaína en Guatemala, llevó hasta la captura de Marvin Alfaro y luego se detectó que tenía cuentas pendientes en Texas, por lo que fue requerido en extradición.
VIA ELPERIODICO GUATEMALA