Las autoridades estadounidenses capturaron a Mateo Carmelo-Bartolo en septiembre de este año cuando salía de la organización benéfica Goodwill en Bangor, Maine.
En los documentos judiciales se indica que fue detenido porque agentes de la Patrulla Fronteriza sospecharon de su aspecto que les parecía ser “de origen centroamericano” y porque hablaba español.
El guatemalteco vive de forma ilegal en EE.UU. y tiene cargos por inmigración. Este caso ha despertado temores de discriminación racial.
Retiran cargos
Carmelo-Bartolo estuvo en la cárcel del condado de Somerset durante casi un mes. Sin embargo, este miércoles los fiscales federales retiraron la acusación de reingreso a Estados Unidos tras ser deportado.
El fiscal manifestó: “Procesar al guatemalteco no serviría a los intereses de la justicia”. El cargo fue eliminado. El abogado defensor, Ronald Bourget, declaró que el fiscal hizo lo correcto. Bourget señaló que el guatemalteco aún enfrenta un proceso civil en los tribunales de inmigración en Boston.
Michael McCarthy, un portavoz del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, explicó que las directrices de esa agencia prohíben la persecución por religión o raza, pero se negó a comentar específicamente sobre el caso de Carmelo-Bartolo.
VIA SOY 502
