Cada año el Lago de Atitlán, en Sololá, pierde la transparencia de sus aguas debido a varios focos de contaminación.
Sustituir las bolsas de plástico de un solo uso por empaques biodegradables es la meta de un grupo de personas con discapacidad de Santiago Atitlán, Sololá, quienes constituyeron una empresa con la que contribuyen con la conservación del medioambiente y con su economía familiar.
Son 20 personas con discapacidad las que impulsan el proyecto de fabricación de bolsas de papel reciclado, con el cual se han abierto mercado en varios departamentos del país, donde vecinos y comerciantes están conscientes del impacto que los plásticos mal manejados tienen en el medioambiente.
Los emprendedores forman parte de la Asociación de Artesanos Adisa, por medio de la cual también trabajan la socialización de sus productos, los cuales, aseguran, son resistentes y de alta calidad.
Cada mes se producen 25 mil bolsas de papel de 21 tamaños, las cuales son distribuidas en mercados de Sololá, Quiché, Antigua Guatemala y la capital, según Felipa Coché, encargada de ventas de Adisa.
“Manejamos dos tipos de bolsas, el empaque que va más al mercado de artesanías y ventas de ropa, pero también trabajamos las -bolsas- de consumo diario, como las que se usan en la venta de papas fritas”, dijo Coché.
Añadió que, para apoyar a las personas con discapacidad, algunas de ellas trabajan desde su casa; sin embargo, todos cumplen con los estándares de calidad que exige el mercado, por lo que la resistencia de los empaques que fabrican ha sido probada con anterioridad.
“No podemos ofrecer un producto de mala calidad, porque todas las personas que trabajan con nosotros dependen de las ventas y estas se logran solo si el producto cumple con los requerimientos del mercado. No queremos que nos compren por lástima, sino porque nuestros empaques son de alta calidad”, señaló.
Añadió que todos los días luchan por que el negocio sea rentable, pues en oportunidades solo recuperan los costos de producción.
Personalizadas
El trabajo de los artesanos va más allá de la fabricación de bolsas de papel, ya que han introducido en su proceso la serigrafía, con lo que ahora personalizan empaques al colocarle el logotipo de sus clientes, dijo José Sosof, integrante de la Asociación.
Añadió que entre sus principales clientes que personalizan empaques hay tiendas de artesanía, zapaterías, farmacias y ventas de ropa.
Agregó que la iniciativa surgió como una necesidad de trabajo para personas con discapacidad y por la contaminación que afecta al Lago de Atitlán.
Asegura que la iniciativa tiene buena aceptación y que con el paso del tiempo la población cambia su forma de pensar en cuanto a la conservación de los recursos naturales.
Para quienes deseen ser parte de esta iniciativa pueden comunicarse a los teléfonos 77217919 o 48089307, vitar las redes sociales de la Asociación Adisa o llegar al cantón Tzachichán, Santiago Atitlán, Sololá.
Detalles de las bolsas
- Se producen empaques para brazaletes o collares y con capacidad de 15 libras
- El precio por empaques va desde Q1.70 a Q5
- También se producen bolsas con capacidad de cuatro onzas a 13 libras
- El precio de las bolsas va de Q60 a Q590 el millar
- Bolsas con diseño se fabrican a partir de cien unidades
Pierde transparencia
Expertos del Centro de Estudios Atitlán de la Universidad del Valle de Guatemala aseguran que el Lago de Atitlán pierde su transparencia debido a la contaminación que lo afecta, por lo que a hacen monitoreos frecuentes.
Jorge García Polo, investigador del Laboratorio de Calidad del Agua del Centro de Estudio Atitlán, comentó que comparado con las mediciones de la década de 1970 se ha visto disminución de la transparencia del agua a causa de varios factores, como la acumulación de sedimentos y materia orgánica, así como el crecimiento de algas.
Refirió que el monitorio en el Lago es permanente y que se hace una visita mensual en cuatro puntos del manto acuífero.
Puntos de monitoreo
- Frente a Panajachel
- Bahía de San Buena Ventura
- Bahía de Santiago
- Centro del Lago, donde la profundidad es mayor a los 300 metros
VIA PRENSA LIBRE
