Desde este sábado uno de junio hasta el el 30 de noviembre, arranca de raíz y con temor de muchos, la temporada ciclónica 2019. Según los expertos en la materia y los organismos competentes, para este período indican que se espera la formación de unos 13 ciclones tropicales, cinco de los cuales podrían alcanzar la categoría de huracanes.
Esta temporada pone mucha preocupación a todo mundo, pero en especial al pueblo dominicano debido a los antecedentes, los cuales han dejado resultados muy negativos y muchas familias enlutadas.
NOMBRES DE LOS CICLONES 2019
Para esta temporada ciclónica 2019, según la Oficina Nacional de Meteorología, los nombres de los huracanes tropicales serán: Andrea (se formó el pasado 21 de mayo fuera de la Temporada Ciclónica), Barry, Chantal, Darían, Erín, Fernand, Gabrielle, Humberto, Imelda, Jerry, Karen, Lorenzo, Melissa, Néstor, Olga, Pablo, Rebekah, Sebastien, Tania, Van y Wendy.
La Oficina Nacional de Meteorología, el investigador Philip Klotzbach y el grupo de expertos de la Universidad de Colorado, destacan que, dentro de los pronósticos de formación de los 5 huracanes, dos serían intensos con categoría 3, 4 y 5 en la escala Saffir –Simpson.
Ante este pronóstico, las autoridades dominicana se han preparado con el diseño de un plan de contingencia que fue entregado a la Presidencia de la República y que será dado a conocer públicamente una vez reciba el visto bueno de las autoridades, informó el general Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencia (COE).
DESDE CUANDO SE LE PONE NOMBRE A LOS HURACANES Y CICLONES?
En 1825 se estableció el primer nombre propio para un huracán. A partir de entonces, algunos meteorólogos comenzaron a bautizar los huracanes con el nombre del santo del día en el que el huracán asolaba una zona. Por esa misma razón, Santa Ana, que azotó Puerto Rico el 26 de julio, sería el primer huracán que recibió un nombre propio.
A finales del siglo XIX, el meteorólogo Clement L. Wragge comenzó a referirse a los huracanes utilizando nombres propios de mujeres, basándose en nombres bíblicos. No obstante, la tendencia más habitual durante aquella época era nombrar a los huracanes en base al año en que se presentaban más una letra del alfabeto. Por lo tanto, el primer huracán de 1948 recibía el nombre de 1948A. Años más tarde, las autoridades optaron por identificar los huracanes en base a la latitud y la longitud sobre la que actuaban.
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