El área de cultivo y producción de granos básicos registró variaciones sustanciales en el último año, según reveló la Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA) que analizó el año agrícola 2018-2019, siendo el maíz el producto con mayores caídas.
La ENA estimó la superficie sembrada a nivel nacional de maíz, frijol y arroz, así como los pronósticos de producción, con el fin de delimitar y georreferenciar el universo de terreno cultivable para una segunda cosecha, específicamente para maíz y frijol, indica el informe del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Cifras por producto
La muestra determinó que la superficie de área cultivada de maíz equivale al 8.7%, frijol, 1.6% y arroz 0.2%. Mientras que el 89.5% posee otro uso agrícola.
“–Se incluye– toda la superficie que dentro del territorio nacional es utilizada o tiene potencial para la producción agropecuaria, que corresponde a 73 mil 541 Km2, lo que a su vez representa un 67.5% de la totalidad del territorio nacional”, expone la ENA.
Para el maíz se proyectó en 925 mil 101 hectáreas. Al compararla con la ENA 2017, existe una caída del 14% cuando en ese entonces se reportó una extensión de cultivo de 1 millón 74 hectáreas. Es decir, la ENA reporta que hubo una reducción de 149 hectáreas.
En opinión de Gustavo Rivas, directivo de la Asociación Nacional de Granos Básicos, la medición del INE se queda “corta”, ya que, según él, es mucho más amplia la reducción de cultivo de maíz, tanto para comercio como para consumo familiar. “La caída en la superficie del cultivo del maíz es generalizada y consideramos que es más de la estimación que se presentó”, afirmó.
Entre las áreas más afectadas, según el directivo, están la Franja Transversal del Norte, Ixcán, Petén y la Costa Sur.
Sin embargo, la ENA detalla que, a nivel de granos básicos, el cultivo de maíz sigue siendo el más importante, tanto para actividades comerciales como para subsistencia.
En segundo lugar, se encuentra el frijol, que reportó un área de cultivo de 182 mil hectáreas y registró un incremento del 22% con respecto al 2017, cuando se contabilizó 149 mil hectáreas, es decir 33 hectáreas más.
Mientras que, para el arroz, la superficie cultivada fue de 13 mil hectáreas y en el 2017, era de 14 mil.
Causas del cambio en el cultivo
La importancia es que el maíz y sus derivados son el producto de mayor consumo en los hogares guatemaltecos y hay por lo menos tres causas que podrían explicar la tendencia que reflejó la ENA, según los productores.
Rivas confirmó una reducción en el área de cultivo, como en la producción, viéndolo tanto desde el punto de vista comercial como de subsistencia.
Dijo que la primera causa son los efectos del cambio climático, específicamente por las inundaciones y sequía que golpean al productor y no se logran reponer.
Por otro lado, está el desestímulo de los precios, ya que no es rentable producir y los márgenes se han reducido sustancialmente.
Y finalmente está la migración hacia los Estados Unidos, ya que muchos han optado por abandonar sus cosechas y buscar otras alternativas, afirmó Rivas.
“Los productores se han visto afectados en su economía por los bajos precios y por las variaciones del clima”, puntualizó el directivo de Conagrab.
En una manzana cultivada para fines comerciales se pueden producir entre 100 a 125 quintales y puede llegar hasta 150 en un buen invierto, dijo Rivas.
Mientras que, para un productor de subsistencia, el rendimiento es de 16 a 36 quintales por manzana.
Jesús Martínez, productor de maíz en Chicamán, Quiché, contó que el año pasado hubo problemas por la falta de lluvia y coincide con Rivas en que hay personas que han decidido ya no cultivar maíz para comercializar, dedicarse a otros cultivos agrícolas y, en el peor de los casos, abandonarlos o migrar.
“Los productores ya solo están cultivando para su subsistencia, pero dependerá de las condiciones de lluvia”, subrayó.
Rivas dijo que espera que las nuevas autoridades del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación que asuman en el nuevo Gobierno se enfoquen en atender estas situaciones al sector, brindar apoyo técnico y recuperar la producción.
La actividad de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca tiene una participación del 9.7% en el PIB y se pronostica que crezca 2.6% para 2020.
Cosecha
Con respecto al volumen de producción, el maíz registró una caída del 22%, comparada con la ENA 2017.
La ENA detalló que la estimación de producción es de 40.9 millones de quintales, mientras que en 2017 fue de 52.1 millones de quintales.
La diferencia es de unos 11.2 millones de quintales menos y en parte estaría explicada por la reducción de la superficie.
Al contrario del maíz, en el caso del frijol hubo un incremento de 28% en la producción.
La estimación señala que fue de 3.2 millones de quintales, mientras en la ENA 2017, fue de 2.5 millones. Es decir, que el incremento fue de unos 700 mil quintales.
El arroz tuvo una caída y la estimación de cosecha fue de unos 970 mil quintales y la referencia del 2017 fue de un millón 300 mil.
La caída fue de 25%.
VIA PRENSA LIBRE