Cuatro meses después de ocurrida la tragedia en el lago, Juez de Primera Instancia de Sololá lo envía a prisión preventiva.
Emilio Pospoy Ajcabul, de 20 años, piloto de la lancha tiburonera que el 14 de noviembre pasado naufragó en el lago de Atitlán con saldo de tres ahogados y cinco desaparecidos, ha sido ligado a proceso por los delitos de homicidio culposo y omisión de auxilio.
Al resolver, el Juez de Primera Instancia departamental consideró que en la tragedia podría haber otros responsables, como las instituciones y autoridades encargadas del control, patrullaje y garantizar que la navegación en esas aguas sea segura, así como velar por la aplicación del reglamento, lo cual no se cumple.
Se ordenó al Ministerio Público (MP) profundizar la investigación. Mientras tanto, el lanchero ha sido enviado a la granja penal de Cantel, Quetzaltenango, porque el instructor del proceso cree que podría existir peligro de fuga. Ese día la nave naufragó con 17 personas a unos 5.5 kilómetros de la playa de Panajachel.
En su defensa, Pospoy Ajcabul relató que las condiciones climáticas fueron el principal factor para que ocurriera el accidente, que al maniobrar la lancha lo único que pudo hacer fue pedir ayuda y que así lograron salvar a la mayoría de pasajeros que trasladaba.
Familiares de las víctimas explicaron que la situación ha sido difícil, ya que la ausencia de sus seres queridos continúa causando mucho daño en padres, madres e hijos.
*Vía El Periódico
