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¿Los terremotos harán que California caiga en el océano?

El Servicio Geológico de los Estados Unidos responde a esta inquietud en la sección de preguntas frecuentes de su sitio web.

En su apartado de preguntas frecuentes, el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) responde a una interrogante estremecedora: “¿Caerá California eventualmente al océano?”.

Y la respuesta es igual de contundente: “No, California no va a caer en el océano”.

El USGS explica que por California cruza la falla de San Andrés, que es el límite de las Placa del Pacífico (el océano más la costa californiana) con la Placa de América del Norte (el resto del subcontinente).

Ellas se mueven de forma horizontal, muy lentamente. La velocidad es comparada al crecimiento de las uñas en las personas: 46 milímetros por año.

Pero ese movimiento lento tiene también consecuencias enormes, como los terremotos que ocurren en esa región de Estados Unidos.

Pese a esos temblores, California no corre el riesgo de desaparecer en el mar, asegura el USGS. Eso sí: el tiempo hará que las ciudades de San Francisco y Los Ángeles (en la actualidad separadas por poco más de 557 kilómetros) lleguen a ser vecinas.

Los períodos sin temblores podría significar que luego vendrá un movimiento considerable. “La tensión puede acumularse durante cientos de años, produciendo grandes terremotos cuando finalmente se libera”, asegura el USGS.

Se estima que en unos 30 millones de años la falla de San Andrés se ha movido de 300 a 350 kilómetros.

En el sur de la falla de San Andrés ocurren terremotos en un tiempo promedio de 100 años. El último gran sismo en esta zona fue registrado en 1857. Mientras que en el norte de la falla el promedio es de 160 años, aunque se han dado intervalos de 500 años sin terremotos y de tres sismos en un período de 70 años.

Esto lleva a una conclusión. Aunque el tiempo promedio de terremotos haya pasado, el USGS sostiene que “los datos no se pueden usar para hacer predicciones”.

“No entendemos lo suficientemente bien como para saber dónde ocurrirá el próximo, cuál será la magnitud o saber exactamente cuándo ocurrirá”, añade el Servicio Geológico de los Estados Unidos.

La semana pasada dos temblores alertaron a los habitantes del sur de California. Primero una sacudida magnitud 6.4 (jueves 4 de julio) y luego uno 7.1 (viernes 5 de julio), dos movimientos que son de los más fuertes en ese Estado en las últimas dos décadas.

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