Una mujer decidió liberar a las aves que vendía y que las autoridades querían decomisar. La señora estaba enojada y triste. “No es justo”, repetía.
Su nombre es María Hernández. Ella es una de las vendedoras de aves de la novena avenida del Centro Histórico, justo en una de las entradas del Mercado Central, el lugar hasta donde llegaron agentes policiales y personal de Bienestar Animal para llevarse a estas mascotas.
La vendedora gritaba el precio de cada una de las aves que liberaba frente a las autoridades. Sus compañeros le aplaudían. “¡Esto, esto vale 250! ¡Estos, estos valen a 400 el par!”, decía.
Eran periquitos australianos, canarios y otras especies de aves las que dejaba libres.
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Jackelyn Noriega, veterinaria de Bienestar Animal, una dependencia del Ministerio de Agricultura, explicó que está prohibida la venta de animales en la vía pública. Ella era una de las autoridades que participó en este operativo.
“Deme media hora y ya no tiene a los animales acá. Tengo 20 años trabajando acá, tengo 20 años”, le repetía María Hernández a Jackelyn Noriega. La vendedora le contestó que contaba con el permiso de la Municipalidad de Guatemala para vender en ese lugar.
Las autoridades consiguieron llevarse a unas pocas aves, entre estas habían pollitos de colores.
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