Tribunal de Sentencia consideró que hombre persiguió, golpeó y le tocó las partes íntimas a una mujer en San Salvador. Fue condenado con la pena máxima que regula la ley: cinco años.
Tranquila y en compañía de su madre. Marielos caminaba en el parque Hula Hula de San Salvador el 1.º de septiembre de 2018 cuando un hombre que ella desconocía le robó aquella serenidad. El desconocido le tocó las partes íntimas en dos ocasiones y la persiguió por varias cuadras del Centro Histórico, hasta el parque Gerardo Barrios.
La mujer decidió denunciar la agresión sexual con un agente de la Policía Nacional Civil (PNC) que estaba en la zona, quien procedió a capturar al hombre que más tarde fue identificado como Roberto Alexánder Orellana Pacheco.
Marielos, un nombre ficticio para proteger la privacidad de una víctima sexual mayor de edad, le comentó después a las autoridades que Orellana Pacheco aprovechó que ella no lo había visto para sorprenderla por detrás y pegarle un golpe en una nalga. La mujer vio al agresor, pero quiso evitar problemas y decidió continuar con su caminata, siempre en compañía de su madre.
Sin embargo, al hombre no le pareció suficiente el golpe que le dio a Marielos y la siguió siempre en el parque Hula Hula. Minutos después, se valió de que ella no lo vio venir para tocarle los genitales. La mujer reaccionó, se dio cuenta de que era el mismo agresor y le recriminó sus acciones, según consta en el expediente judicial consultado por LA PRENSA GRÁFICA.
Marielos creyó que reprochar a Roberto Orellana Pacheco por sus agresiones sexuales había sido suficiente, pero no. Cuando ella llegó a la plaza Gerardo Barrios, se alarmó porque observó que ahí estaba el mismo hombre que la había agredido hace unos minutos. Decidió dar aviso a la PNC, que procedió a arrestarlo.
La Fiscalía General de la República (FGR) llevó al agresor ante la justicia, acusado del delito de acoso sexual, castigado por el Código Penal con condenas desde tres a cinco años de cárcel.
El Tribunal Cuarto de Sentencia de San Salvador consideró, el martes pasado, que Roberto Orellana era un acosador sexual y le impuso la máxima condena posible: cinco años de prisión, según confirmó ayer un representante de la Unidad de Prensa del Centro Judicial Isidro Menéndez.
La legislación salvadoreña considera el acoso sexual como uno de los delitos menores de los denominados “ataques a la libertad sexual”. Sin embargo, la gravedad de acosar sexualmente a una persona queda de manifiesto cuando la ley lo castiga con penas similares a las de tener y portar armas de fuego de manera irresponsable.
Más víctimas de acoso
Las agresiones sexuales en El Salvador son una realidad y las mujeres como Marielos las sufren en mayoría. En los últimos seis años hubo 5,408 denuncias por ese delito, de acuerdo con información de la fiscalía obtenida por LA PRENSA GRÁFICA a través de una solicitud de acceso a la información pública.
Las cifras demuestran que 2018 se convirtió en el que mayor número de víctimas de acoso sexual tuvo en los últimos cuatro años, con 960 denuncias registradas, entre ellas la de Marielos que terminó en sentencia condenatoria (ver infografía).
A pesar del alto número de víctimas de acoso que interponen denuncias, la cantidad de casos que llegan a sentencias condenatorias o de absolución es mínima: en 2013 llegaron hasta sentencia 80 procesados; en 2014, 139; en 2015, 136; en 2016, 133; y 118 en 2017, según cifras fiscales.
El año anterior cerró con 193 casos en etapa de sentencia, la mayor cantidad de los últimos seis años, de acuerdo con la fiscalía. “Las condenas y absoluciones comprenden las sentencias y procedimientos abreviados”, dijo la institución.
VIA LA PRENSA GRAFICA
