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Financiamiento para combatir desnutrición crónica se propone rescatar a 400 mil niños en el área rural.

El Banco Mundial (BM) espera que el Congreso de la República conozca antes de fin de año el préstamo de US$100 millones destinado para proyectos de nutrición y salud (Crecer Sano), el cual está pendiente de discutirse en tercera lectura y redacción final.
El financiamiento tiene como objetivo rescatar a 400 mil niños de siete departamentos con altos índices de retardo de talla de la desnutrición crónica infantil.

El proyecto que será ejecutado por el Ministerio de Salud por un periodo de cinco años, con la implementación de cuatro grandes programas: fortalecimiento y atención primaria en salud; gobernanza y monitoreo; agua y saneamiento y por último disponibilidad de alimentos y recursos. “La idea es que no sea un programa de un gobierno”, resume Homa-Zahra Fotouchi, representante residente del Banco Mundial en Guatemala.

Alta Verapaz, Chiquimula, Huehuetenango, Quiché, San Marcos, Sololá y Totonicapán serían las regiones que a partir de agosto o septiembre del próximo año se beneficiarán con proyectos de puestos nuevos de salud, mejoramiento al acceso de agua potable y paquetes de nutrición y salud. Aunque el tiempo se agota para que el monto pueda ejecutarse, ya que la aprobación del crédito con todos sus dictámenes tiene un plazo.

En julio de 2016, seis meses después que el actual gobierno lo solicitara como parte del proyecto de Estrategia Nacional de Prevención de la Desnutrición Crónica, un grupo de representantes de los siete departamentos participaron en un taller con el banco en donde identificaron acciones que deberían de ejecutarse en el proyecto. Para Fotouchi, el tema debe de ser prioritario para el país por lo que se le debe de dar continuidad por parte del Estado.

Costo humano

El reporte del Banco detalla que Guatemala tiene el mayor índice de desnutrición crónica infantil del continente, por lo que el sector salud tiene la principal responsabilidad de ofrecer intervenciones de nutrición para niños y mujeres, describe el documento. Agrega que el 50 por ciento de este tipo de desnutrición se debe a condiciones ambientales inseguras (acceso a agua potable, saneamiento e higiene).

El proyecto de Crecer Sano Nutrición y Salud beneficiaría a niños entre 0 a 24 meses de edad, embarazadas y sus familias de las áreas en donde tendrá presencia el programa. Esperan que los hogares y comunidades se beneficien también con mejores accesos a servicios de agua, saneamiento, salud y nutrición.

Totonicapán, Sololá y Quiché son los departamentos con mayor tasa de desnutrición nacional. Los datos del Banco reflejan que el 45 por ciento de la mortalidad infantil es atribuible a la desnutrición crónica infantil y que parte de los efectos, por ejemplo en la escolarización, es que los niños tienen un retraso de aproximadamente siete meses en comenzar escuela, poseen bajo cociente intelectual, además tienen menos posibilidad de graduarse del nivel de diversificado.

Transparencia

De acuerdo con la representante del Banco, se acordó con los diputados cambiar la unidad ejecutora por lo que con el ministerio de Salud se ha comenzado a trabajar con los equipos técnicos. Descartó que los recursos puedan ser utilizados con fines clientelares o políticos ya que el ente internacional cuenta con un sistema “robusto” de transparencia.

Explicaron que en los 189 países con los que trabajan tienen un equipo que monitorea cada uno de los proyectos. “Es muy difícil que haya corrupción”, indicó la entrevistada al puntualizar que cada seis meses se realiza una supervisión y que las ejecuciones y contratos son públicos en la página del BM, se capacitó a personal de la Contraloría General de Cuentas (CGC) para que conozcan las herramientas del programa y fiscalice los programas, asimismo se realiza una auditoría externa.

El diputado Luis Fernando Montenegro advirtió que se corre el riesgo de perder una “importante herramienta para convertir un problema que afecta a muchos niños”. Homa-Zahra Fotouchi, refiere que las estadísticas son frías pues si no se da atención al problema en estos departamentos cuatro de cada cinco niños padecerán de desnutrición crónica.

El vicepresidente de la sala de Finanzas, Rudy Castañeda, explicó que se había acordado con el BM que el crédito sería aprobado en noviembre, pues existe una serie de procedimientos por cumplirse posteriormente. Aunque el legislador ve difícil que el Congreso apruebe el financiamiento.

El periodo de ejecución es por cinco años a un plazo de 33 años y un periodo de gracia de seis. Para las autoridades del BM, Guatemala cuenta con una situación fiscal de deuda por debajo del 30 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Este sería el segundo crédito en temas de salud que otorga el ente financiero, el primero de ellos denominado “Salud Materno Infantil” fue aprobado en 2005 y concluyó en 2013.

Vía El Periódico