Según la información de la Fiscalía del Distrito Sur de Florida, Estados Unidos, los fiscales federales de esa área han acusado a Valladares Urruela, de 44 años, por ayudar a lavar cerca de USS10 millones provenientes de ganancias de drogas ilegales y otro dinero sucio.
En el documento, emitido este 5 de agosto del 2020, los fiscales alegan que “durante una conspiración de cuatro años, Valladares Urruela permitió el tráfico ilegal de drogas al crear una demanda de efectivo no rastreable, efectivo que Valladares Urruela usó para sobornar a políticos corruptos guatemaltecos”.
Agrega que Ariana Fajardo Orshan, fiscal federal para el Distrito Sur de Florida, Robert E. Bornstein, agente especial interino a cargo, FBI, División Criminal de la Oficina de Campo de Washington, y Kevin W. Carter, Agente Especial a Cargo, DEA, División de Campo de Miami, hicieron el anuncio.
Según la declaración jurada de denuncia penal, “los conspiradores del exministro Valladares Urruela incluyeron a un importante narcotraficante, un político corrupto guatemalteco y un empleado corrupto del banco guatemalteco”.
Agrega que “el empleado del banco era el conducto entre quienes tenían el efectivo sucio (el narcotraficante y el político corrupto) y la persona que lo necesitaba (Valladares Urruela). Maximizando el acceso y la familiaridad de los empleados con los mecanismos bancarios, los conspiradores ejecutaron un sofisticado esquema de lavado de dinero que supuestamente involucró, entre otras actividades, intercambios ilegales de dinero entre partes en diferentes países a través de “transacciones espejo” que no dejaron rastros de papel, desarrollo de oportunidades de inversión fraudulentas que produjeron ganancias financieras falsas, la creación de documentos falsos para hacer que las ganancias obtenidas ilegalmente parezcan legítimas y las entregas constantes de grandes cantidades de efectivo”.
Así lavaban el dinero
La acusación refiere que este sistema de lavado de dinero ocurrió entre 2014 a 2018 y benefició a cada uno de los involucrados. Detalla que el empleado del banco obtuvo una parte de las diversas transacciones financieras. El narcotraficante y el político corrupto pudieron intercambiar su dinero sucio por lo que parecían ser ganancias legítimas, junto con rastros de papeles.
Este sistema “permitió a los delincuentes disfrutar de su dinero abierta y públicamente, así como mover dinero a otros lugares en secreto, incluso a diferentes lugares de América del Sur”, dice el documento.
Recibía el dinero en mochilas
La acusación agrega que Valladares Urruela recibió regularmente mochilas, bolsos de lona y maletines “llenos de efectivo sucio e imposible de rastrear” y que este sabía que provenía del narcotráfico y la corrupción. Además, que Valladares usó estos fondos para sobornar a políticos guatemaltecos, según la declaración jurada.
La demanda de Valladares Urruela detalla que el dinero en efectivo producto del soborno fue supuestamente tan grande que, al parecer, una vez comentó a un conspirador que los políticos deben pensar que el dinero crece en los árboles.
Parte del dinero del supuesto plan de Valladares Urruela con sus coconspiradores pasó a través de cuentas bancarias estadounidenses. Al menos dos compañías de Miami presuntamente ayudaron a los conspiradores a trasladar dinero a Sudamérica.
“Este caso demuestra los desafortunados vínculos que a veces existen en los países de América Central y del Sur entre narcotraficantes, empresarios y políticos corruptos”, dijo la fiscal federal Ariana Fajardo Orshan.
“Aunque Miami sirve de puente entre los Estados Unidos y nuestros vecinos del sur, los narcotraficantes, los funcionarios corruptos y su dinero sucio no son bienvenidos en nuestro distrito. El Departamento de Justicia de los Estados Unidos respalda a sus socios encargados de hacer cumplir la ley en los países vecinos en la lucha contra el lavado de dinero y el narcotráfico ”.
“Esta investigación demuestra que el FBI y nuestros socios no se detendrán en las fronteras para identificar y localizar criminales”, dijo Robert E. Bornstein, agente especial interino a cargo de la División Criminal de la Oficina de Campo de Washington del FBI. “El FBI continuará trabajando con nuestros socios extranjeros y nacionales para llevar ante la justicia a Asisclo Valladares Urruela y otros como él que perpetúan el desafortunado vínculo del narcotráfico y la corrupción política que a veces existe”.
“Nadie está nunca por encima de la ley”, dijo Kevin W. Carter, agente especial de la División de Campo de Miami de la DEA. “Se espera que los funcionarios gubernamentales, tanto extranjeros como nacionales, obedezcan las leyes. Cuando existe corrupción, envenena el bienestar de las naciones y casi siempre involucra otros tipos de delitos. La División de Campo de la DEA Miami siempre apoyará a sus socios encargados de hacer cumplir la ley, tanto nacionales como internacionales, para combatir el tráfico de drogas y todas las demás actividades criminales que lo acompañan ”.
El enjuiciamiento contra Valladares fue parte de la Operación denominada Black Mass, que es el resultado de los esfuerzos continuos de la Fuerza de Tarea contra el Crimen Organizado de Drogas (OCDETF), una asociación entre las agencias policiales federales, estatales y locales. La misión de OCDETF es identificar, investigar y enjuiciar a los miembros de alto nivel de las empresas de tráfico de drogas y lavado de dinero, reuniendo la experiencia combinada y las habilidades únicas de las fuerzas del orden público federales, estatales y locales.
El documento detalla que el fiscal federal adjunto Walter M. Norkin está procesando este caso. El fiscal federal adjunto Daren Grove, quien está manejando la confiscación de activos.
La denuncia penal acusa a Valladares Urruela de conspirar para cometer lavado de dinero. Los cargos en una denuncia penal son meramente acusaciones, y el acusado se presume inocente a menos que se pruebe su culpabilidad en un tribunal de justicia.
*Vía Guatevisión