Siete crías demonios de Tasmania nacieron en Australia, luego de que en octubre de 2020, un grupo de conservacionistas liberara 26 ejemplares en la reserva natural del Parque Nacional Cumbres Barrington en Nueva Gales del Sur, ubicado a unos 250 kilómetros al norte de Sídney.
Esta especie de marsupiales en su estado salvaje desapareció hace 3000 años de la zona. Una de las teorías respecto de su extinción indica que fueron aniquilados por manadas de dingos, conocidos como perros salvajes australianos.
Las joeys (cachorros) de demonios de Tasmania nacieron en “perfecto estado de salud”, según señala el presidente de Aussie Ark, Tim Faulkner. Los ejemplares pesaron hasta ocho kilos y el color de su pelaje osciló entre el negro y el marrón.
“Una vez que los demonios estaban de regreso en la naturaleza, todo dependía de ellos, lo que era angustiante”, agregó Faulkner a la cadena de noticias AFP. Y agregó: “Estuvimos observándolos desde lejos hasta que llegó el momento de actuar para confirmar el nacimiento de nuestros cachorros”.
El conservacionista, con su organización, forma parte junto a otras dos que lideran el proyecto Devil Comeback (“el regreso del demonio”) para volver a introducir esta especie en Australia y fortalecer la protección de un animal que, durante décadas, fue cazado sin control. El nacimiento de estos siete joeys fue el primer fruto desde que reinsertaron 26 ejemplares el año pasado.
“En los próximos dos años, está prevista la liberación en la misma zona de otros 20 ejemplares por año. Y si todo sale según lo planeado, los animales se reproducirán y crearán una población salvaje autosuficiente”, explicó Tim Faulkner.
En la actualidad, hay 25.000 demonios de Tasmania en el mundo. Desde 2008, los marsupiales aparecen en la lista roja de las especies en peligro de extinción que elabora la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). En los últimos tiempos, en tanto, sufrieron una fuerte disminución en la cantidad de ejemplares debido al contagio de un tipo de cáncer facial exclusivo de la especie.
El demonio de Tasmania se alimenta de otros animales de su entorno o de cadáveres y, por lo general, no son peligrosos para los humanos.
*Con Información de La Nación
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