Una anciana de 83 años fue violada por el cuidador de su marido, quien permanece en sillas de ruedas. Simon Prodanovich, de 56 años, llevaba poco más de 12 meses en la casa cuando con el pretexto de darle un masaje a la mujer la agredió sexualmente.
Este lunes, la Comisión Real de Calidad y Seguridad del Cuidado del Anciano, ha revelado el caso, que tuvo lugar el pasado 12 de enero y que ahora está siendo juzgado, según ha publicado el Daily Mail.
La víctima contó lo ocurrido a su hija y denunciaron lo ocurrido. Simon Prodanovich, residente en Springvale, al sureste de Melbourne, Australia, estaba ayudando desde hacía poco más de un año al frágil esposo de la mujer, que sufre múltiples dolencias y está confinado a una silla de ruedas
La pareja de ancianos no estaba muy decidida a meter a un extraño en su casa, pero la otra opción era ir a una residencia de ancianos o un hospicio por lo que finalmente tuvieron que aceptar.
Los detalles
El pasado 12 de enero, el cuidador acababa de bañar al anciano y la mujer le comentó que necesitaba un medicamento para el dolor de piernas. Prodanovich le contestó que se olvidara de la medicina que eso se le quitaba con un buen masaje. La anciana accedió y el cuidador se llevó al marido a otra habitación de la casa para volver y abusar a la mujer.
La Policía interrogó al hombre que negó las acusaciones asegurando que la anciana solo quería calumniarlo en venganza porque él no quiso ponerle una medicina. Dijo que todo era totalmente “falso”. Se mostró indignado y dijo que le parecía imposible el comportamiento de la mujer con la edad que tenía.
Tuvo que aceptar los cargos
Prodanovich negó todo hasta que se vio frente a las pruebas biológicas concluyentes tras los análisis médicos forenses que demostraron que él había violado a la anciana. El ADN apuntó directamente a Prodanovich que finalmente admitió la violación alegando haber sufrido “una pérdida de consciencia”.
Prodanovich fue contratado por una empresa privada, Omni-Care, que presume de que sus cuidadores ayudan a “mantener la calidad de vida, la dignidad y la independencia de las personas que viven en nuestra comunidad que son ancianos, discapacitados o que tienen afecciones médicas graves”.
*Vía SOY502
