En un acto privado, la magistrada Dina Ochoa entregó la presidencia de la Corte de Constitucionalidad (CC) a Bonerge Mejía, electo por el Colegio de Abogados y Notarios.
Mejía recibió un medallón, un anillo y el botón de presidente. Ochoa también le entregó una llave de la urna que está en la CC, en la que se guarda una copia conmemorativa de la Constitución por los 25 años de vigencia.
El acto protocolario para oficializar la toma de posesión de Mejía está programado para las 16 horas de hoy, en la gran sala Efraín Recinos del Teatro Nacional Miguel Ángel Asturias. Al acto están invitados los presidentes de los tres organismos del Estado, funcionarios y cuerpo diplomático.
La Constitución establece que la presidencia de la CC será desempeñada por los magistrados titulares que la integran, en forma rotativa, en período de un año, comenzando por el de mayor edad, en orden descendente. Por ello, la magistrada Gloria Porras será la última en presidirla.
Los desafíos
Abogados consultados señalaron que entre los retos de Mejía está reducir la mora judicial de la Corte, que deberá resolver casos como el amparo solicitado en contra de la Corte Suprema de Justicia que rechazó la solicitud de retiro de antejuicio de Sandra Torres, presidenciable de la Unidad Nacional de la Esperanza.
Además, de acuerdo con los analistas, el máximo tribunal deberá conocer inconstitucionalidades a la Ley Electoral referentes a los medios de comunicación y las apelaciones para determinar la participación política de Zury Ríos y Thelma Aldana como candidatas a la presidencia.
El abogado Francisco Quezada, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), se refirió a Mejía como un profesional con una buena preparación.
“No tiene experiencia en la Corte, pero tiene una preparación académica. Ellos —los magistrados— deben crear una unidad para descongestionar la mora, muy a la usanza que lo ha hecho el Ministerio Público.
Debido a que la Corte se ha dedicado a aceptar todo tipo de recursos, se ha vuelto la última instancia y eso no es legal”, refirió Quezada.
Añadió: Mejía “deberá dar pasos para despolitizar la Corte, porque lamentablemente está marcada en ese tema, para quedar con un buen sabor y no como ha sido hasta ahora, que no ha sido una Corte de Constitucionalidad, sino una corte de posturas”.
Elvyn Díaz, del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales, manifestó que la presidencia de Mejía se da en un contexto de la judicialización de la política.
“Está claro que lo último en lo referente a la inscripción de candidatos y posteriormente al proceso electoral como validez e impugnaciones van a terminar en la Corte de Constitucionalidad, ya que el Tribunal Supremo Electoral ha resuelto de manera cuestionable y eso ha llevado a que llegue a instancias judiciales, finalizando en la Corte”, dijo.
El profesional agregó que la presidencia de Mejía se da en el contexto de la elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, la cual hace cinco años interrumpió la toma de posesión por un mes.
*Vía Prensa Libre
