Al menos 32 personas murieron y varias decenas resultaron heridas en una estampida registrada durante el entierro de Qasem Soleimani en Kerman, donde una impresionante multitud se congregó para despedir al popular general, muerto en un ataque estadounidense en Irak, y pedir venganza.
“Desgraciadamente (…) 32 compatriotas perdieron la vida hasta este momento en el camino” del féretro de Soleimani, declaró en la televisión pública Pir Hosein Kulivand, jefe del servicio nacional de emergencias iraní.
Otras 190 personas resultaron heridas, agregó.
“¡No compromiso, no sumisión, revancha!”, gritaba la multitud mientras trataba de atisbar el féretro con los restos de Soleimani, en Kermán, sureste de Irán.
El centro de su ciudad natal era una marea de gente, similar a las que se vivieron el domingo y lunes en Teherán y otras ciudades donde los féretros del general y de sus compañeros de armas muertos con él recibieron un baño de masas.
Jefe de la Fuerza Quds, unidad de élite encargada de las operaciones exteriores de los Guardianes de la Revolución (el ejército ideológico iraní), Soleimani fue el arquitecto de la estrategia expansionista de Irán en Oriente Medio.
El viernes fue blanco de un ataque con dron estadounidense cerca del aeropuerto de Bagdad.
El proceso de “expulsión de Estados Unidos de la región ha empezado”, arengó a la masa congregada en Kermán el general de división Hosein Salami, comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución.
“Vamos a vengarnos (…). Si (atacan de nuevo) incendiaremos lo que aman”, dijo enigmáticamente. “Ellos (Estados Unidos) saben bien de qué objetivos hablo”.
El parlamento iraní votó este martes una ley que considera “terroristas” a todas las fuerzas armadas de Estados Unidos tras el asesinato de Soleimán.
VIA SOY 502